Marrakech es un auténtico paraíso para los amantes de zocos, mercadillos y los productos de artesanía en general, ya que la zona de la Medina al norte de la plaza Jemaa El Fna es toda ella un zoco abarrotado de tiendas abiertas a la calle. No en vano, ir de compras en Marrakech es una de las actividades a los que los turistas dedican más tiempo mientras están en la ciudad. El regateo es totalmente necesario y forma parte del encanto de las compras. Aquí os vamos a dar unas ideas sobre qué comprar y dónde es mejor comprarlo.
Qué comprar
Marrakech es un lugar fantástico para comprar productos de artesanía, tanto de gran valor como baratijas y regalos varios. En los zocos, es muy posible encontrar productos de artesanía y vestido en piel –desde babuchas hasta cazadoras, pasando por pufs-. También son frecuentes los puestos que ofrecen vestidos típicos para mujer.Otra alternativa típica son las especias, los productos cosméticos y los relacionados con el té –bebida nacional-. Los puestos de especias son los más coloridos de los mercados y ofrecen especias tanto locales, como otras que no parecen ser tan propias de la zona. Desde canela, hasta curry pasando por pimentón o jengibre. Estos puestos suelen ofrecer también el típico té a la menta preparado para llevar.
Una opción muy colorista- aunque quizá menos atractiva- son los puestos de frutos secos de muy buena calidad, con frutos secos como las almendras o las avellanas o las frutas desecadas como los higos, los albaricoques o los dátiles, muy utilizados en la comida marroquí. Y también, para pequeños regalos o simplemente para disfrutarlos por la calle, es muy recomendable probar la pastelería local, con muchas especialidades a base de almendra.
Dentro de los productos típicamente autóctonos, destaca el aceite de Argán, producido de un fruto que se obtiene únicamente en Marruecos. Tiene aplicaciones alimenticias y no es difícil encontrarlo como tal, aunque su mayor aplicación es para productos estéticos. Es muy frecuente poder encontrarlo en frascos pequeños combinado con algún otro tipo de esencia que le ofrece propiedades medicinales o cosméticas. Se puede encontrar también incienso.
Se encuentran también frecuentemente puestos de artesanía en madera o piedra tallada, donde se pueden encontrar objetos decorativos para el hogar. También son tremendamente típicos- y un regalo muy frecuente para llevar a amigos y familiares- los juegos de té compuestos por tetera y bandeja metálica y vasos de cristal decorados.
Para algunos artículos artesanales algo más elaborados o de mayor tamaño es mejor no buscarlos en los zocos, sino quizá en otros lugares más fiables. Es el caso de las alfombras, los productos más elaborados de cuero o piel y las telas al por mayor. Para este tipo de compras de mayor calidad, es mejor acudir a alguno de los dos Emsemble Artisanal (complejo artesanal) que hay en la ciudad: uno situado entre Gueliz y la Medina y otro a la entrada de la Kasbah.
Dentro de los zocos, como no, también hay espacio para ventas menos artesanales, como la ropa de marca falsificada –especialmente las camisetas de fútbol- y otras baratijas no muy diferentes de lo que se puede encontrar en los puestos de venta ambulante de España.
Para tiendas al estilo occidental, entre ellas las típicas marcas de moda internacional, lo mejor es acudir al barrio de Gueliz o a los centros comerciales de las afueras. Los precios son similares a los europeos.
Dónde comprar
En principio, la zona más típica de compras para los turistas es la parte de la Medina situada entre la plaza Jemaa El Fna y la Mezquita Ali Ben Youssef. Esto es, la parte norte de la Medina. Es un zona de callejuelas estrechas y serpenteantes y mucha confusión, por lo que recomendamos totalmente llevar un mapa o, al menos, tener claro algún punto de referencia al que poder acudir en caso de perderse. Pueden ser las pequeñas plazas que se abren de vez en cuando entre el laberinto de callejuelas.Recorrer el zoco resulta un poco agobiante por la afluencia de gente y el movimiento constante de personas y mercancías durante las épocas más turísticas, pero es una visita imprescindible. Algunas zonas, incluso, para hacer más cómodas las compras, tienen el espacio de la calle techado con materiales ligeros, lo que hace que el sol no dé directamente durante el verano.
Las tiendas no son tanto puestos callejeros, como en los mercadillos occidentales, sino principalmente tiendas pequeñas con los escaparates totalmente abiertos a la calle. Así, el vendedor podrá tomar contacto con el posible cliente de modo muy rápido y el cliente podrá entrar a ver otros productos que pudiera haber en el interior, si así lo deseara. Además, en algunas de las tiendas más amplias, será un buen lugar para entrar, sentarse, descansar y disfrutar de un té mientras dure la negociación. Por lo general, los vendedores son personas bastante amables que se defienden bien en bastantes idiomas, pero no llegan a ser pesados, salvo que se muestre excesivo interés en alguno de los productos que exhiben en la entrada del establecimiento.
El regateo es indispensable en todos los puestos, aunque sólo los locales saben el precio que realmente vale lo que te están vendiendo. Por lo general, el vendedor llegará a un acuerdo de venta siempre que haya beneficio para él, con lo que la diferencia se reduce a saber cuál es el margen de beneficio con el que consigue quedarse. Las estrategias de negociación son muchas. Personalmente, creo que una buena opción es acercarse disimuladamente a alguien que esté negociando por un producto que nos interese, enterarse del precio final de la negociación y tomarlo como base orientativa para la nuestra, sabiendo que aún se puede bajar de él. En un útil artículo del blog Con Mochila se narraban también algunas estrategias interesantes en la negociación.
Aunque los zocos al norte de la plaza de Jemaa El Fna son los más grandes y concurridos, no son los únicos puntos recomendados para que el turista pueda comprar. En las zonas cercanas al Palacio Bahia y la plaza de Ferblantiers hay menos ambiente de zoco, pero también algunas zonas con puestos que venden, principalmnete, especias. Cerca de ellos, a la entrada de la Kasbah y cerca de la mezquita, se pueden encontrar puestos con artículos de artesanía.
Una alternativa algo más tranquila y de mejor calidad a las tiendas de los zocos, son los llamados Ensemble Artisanal (complejos artesanales), donde se reunen principalmente cooperativas artesanales de la región para vender sus productos. Son lugares más apropiados para hacer compras de mayor valor o para productos de gran calidad relacionados con la confección o la artesanía. Hay uno en la entrada de la Kasbah, junto a la muralla, a unos 200 metros de la mezquita y otro, muy grande, en la Avenida de Mohammed V, cerca ya de la Mezquita de Koutoubia.
Hay también una zona comercial algo más formal, aunque bastante pequeña, en la zona de la calle Bab Agnaou, en la salida sur de la plaza Jamaa El Fna. No es relevante, aunque sí que está muy frecuentada por paseantes, especialmente por gente de paso a la plaza principal.
Para las tiendas más al estilo occidental, sobre todo en lo que se refiere a las cadenas de ropa y similares, hay dos opciones: por una parte, en la zona nueva de Gueliz, principalmente en el entorno de la Plaza 16 de Noviembre o, por otra, en algún centro comercial de las afueras, como el Almazar, en la Carretera de Ourika, donde está el Carrefour.
Quien quiera comprar alcohol en Marrakech, tiene la posibilidad de hacerlo en las zonas acotadas de los grandes hipermercados como el citado Carrefour o en supermercados como los Marjane o algunos más en la zona nueva de Marrakech. En la Medina, sobre todo de noche, es prácticamente imposible conseguirlo. Sólo algunos pocos restaurantes lo sirven y no para llevar.